Nos complace anunciar que donamos un refugio antibombas, un espacio que, en tiempos de crisis, puede salvar vidas. Este acto de protección es un recordatorio de nuestra responsabilidad compartida de cuidar y protegernos unos a otros.
Pero no olvidemos que el objetivo final no es la seguridad temporal sino la construcción de un mundo donde los refugios sean innecesarios, donde los conflictos den paso a la cooperación y la paz. Esta donación no solo responde a una necesidad inmediata, sino que también representa nuestro compromiso con un mundo más unido y pacífico.
Agradecemos a a la KKL Argentina por hacer posible este proyecto y esperamos que, en cada gesto y cada acción, sigamos sembrando las semillas de la paz. Porque el verdadero refugio está en la paz.